HACERSE VIEJO

Hace ya quince años que empecé en esto de la fisioterapia con mayores. En esos quince años el concepto de ser mayor ha cambiado mucho. La gente se jubila y se pasa veinte años en plena actividad: van de viaje, recorren Europa en bicicleta, hacen puenting, estudian … No, desde luego ser mayor ya no es lo que era hace quince años.

salto-en-paracaidas_webRecuerdo que al principio todos los que en esa época de estudiantes nos decantábamos por la geriatría creíamos que íbamos a trabajar con personas entre sesenta y setenta años. Hoy puedo decir que la media de edad de mis clientes es de noventa años. Las personas que rondan los sesenta años son los hijos de las personas a las que atendemos …

Sin embargo, el tiempo corre inexorablemente para todos. En algún momento la gente envejece, le cuesta levantarse del sillón, pierde movilidad, ya no sale a la calle, padece neumonías frecuentes o simplemente es «atacada» por enfermedades diversas que van minando el estado de salud. Da igual que sea a los noventa que a los sesenta, a los setenta o a los ochenta años. Ese momento siempre llega.

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Ahí es cuando entro yo, de pronto llamado para ver qué se puede hacer. Para una persona mayor en esas condiciones de vejez casi siempre represento un elemento agresivo y molesto, alguien que no te deja dormitar frente a la tele, que te obliga a levantarte y que no entiende lo que significa hacerse viejo. Pero sí lo entiendo. Lo entiendo bien y por eso sigo en esto, aprendiendo cada día más y pescando en el aire todos los trucos que puedo para conseguir que mis clientes no se abandonen completamente, que no se entreguen a los cantos de sirena de la cama y del sofá … Y ¿Sabéis una cosa? El mejor truco consiste ponerse en el lugar de esas personas y entender que están cansadas y que muy probablemente tienen miedo y angustia porque entienden que están en «el tiempo extra» de la vida.

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Porque así nunca te enfadas con ellas, nunca desfalleces, nunca te frustras … los acompañas en ese tránsito doloroso que puede ser terrible y ofreces siempre una sonrisa a pesar de todo, y dejas de ser un profesional que cumple un encargo para convertirte en un buen compañero de viaje …

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